lunes, 30 de abril de 2012

CANCER DE LENGUA


Introducción


¿Qué es el càncer del labio y la cavidad oral?

El cáncer del labio y la cavidad oral es una enfermedad en la cual se encuentran cèlulas  cancerosas (malignas) en los tejidos del labio o de la boca. La cavidad oral incluye las dos terceras partes delanteras de la lengua, las encías superiores e inferiores, el recubrimiento interior de las mejillas y los labios (la mucosa bucal), el suelo de la boca debajo de la lengua, la parte superior ósea de la boca (el paladar duro) y el àrea pequeña situada detrás de las muelas del juicio (el trígono retromolar).
Los cánceres de la cabeza y el cuello se encuentran con mayor frecuencia en personas que tienen más de 45 años.
El cáncer del labio es más común en los hombres que en las mujeres y tiene mayor probabilidad de desarrollarse en personas de piel clara que han estado muy expuestas al sol. El cáncer de la cavidad oral es más común en personas que mastican tabaco o fuman pipa.
Usted deberá acudir a un mèdico si tiene alguna protuberancia en el labio, la boca o las encías, una llaga que no sana en la boca, o si sangra o siente dolor en la boca. Otro signo de cáncer de la boca o de las encías es el que las dentaduras postizas dejen de sentar bien. A menudo el cáncer de la cavidad oral y del labio los encuentran los dentistas al examinar los dientes.
Si usted tiene síntomas, el médico le examinará la boca empleando un espejo y luces. El médico puede indicar que le hagan radiografías de la boca. Si se encuentra algún tejido anormal, el médico tendrá que cortar un pedazo y observarlo con  el microscopio para determinar la presencia de células cancerosas. Este procedimiento se conoce como biopsia. A usted se le dará una sustancia que le dormirá esa parte de la boca por un rato (un anestésico local) para que no sienta dolor. El médico también palpará la garganta en busca de protuberancias.
Sus posibilidades de recuperación (pronóstico) dependerán de si el cáncer se encuentra en los labios o en la boca, de si se encuentra solamente en los labios o la boca o se ha diseminado a otros tejidos (la etapa del cáncer), y de su estado general de salud.

EXPLICACION DE LAS ETAPAS

Etapas del cáncer del labio y la cavidad oral

Una vez que se encuentre el cáncer del labio y la cavidad oral, se harán otras pruebas para determinar si las células cancerosas se han diseminado a otras partes del cuerpo. Este proceso se conoce como clasificación por etapas. El médico necesita conocer la etapa de la enfermedad para planificar el tratamiento adecuado. Para el cáncer del labio y la cavidad oral se emplean las siguientes etapas:

Etapa I
El cáncer no mide más de 2 centímetros (cerca de 1 pulgada) y no se ha diseminado a los ganglios linfáticos del área (los ganglios linfáticos son estructuras pequeñas en forma de frijol que se encuentran en todo el cuerpo y cuya función es producir y almacenar células que combaten las infecciones).

Etapa II
El cáncer mide más de 2 centímetros, pero menos de 4 (menos de 2 pulgadas) y no se ha diseminado a los ganglios linfáticos del área.

Etapa III
Se da una de estas situaciones:
El cáncer mide más de 4 centímetros.
El cáncer tiene cualquier tamaño pero se ha diseminado solamente a un
ganglio linfático situado en el mismo lado del cuello que el cáncer. El
ganglio linfático que tiene cáncer no mide más de 3 centímetros (poco más de
una pulgada).


Etapa IV
Se podría dar cualquiera de las siguientes situaciones:
El cáncer se ha diseminado a los tejidos situados alrededor del labio y de
la cavidad oral. Los ganglios linfáticos del área pueden o no tener cáncer.

El cáncer tiene cualquier tamaño y se ha diseminado a más de un ganglio
linfático en el mismo lado del cuello donde está el cáncer, a ganglios
linfáticos de o ambos lados del cuello, o a cualquier ganglio linfático
que mida más de 6 centímetros (más de 2 pulgadas).

El cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

DETECCIÒN DEL CÀNCER ORAL

Dorso de la lengua

Con la lengua del paciente en posición descansada, y la boca parcialmente abierta, inspeccione el dorso de la lengua de alguna inflamación, ulceración, recubrimiento, o variación del tamaño, color y textura. También tenga en cuenta cualquier cambio en el patrón de la papila que cubre la de la lengua y examine la punta de la lengua. El paciente deberá protruir la lengua, y el examinador deberá tener en cuenta cualquier anormalidad en la movilidad o posicionamiento.


Margen lingual izquierdo

Con la ayuda de espejos, inspeccione los márgenes laterales derecho e izquierdo de la lengua.


Margen lingual derecho

Raspando la punta de la lengua con un pedazo de gasa ayudará a la protrusión completa y permitirá el examen de los aspectos posteriores de los bordes laterales de la lengua.

Lengua ventral

Examine la superficie ventral. Palpe la lengua para detectar crecimientos.

Piso

Con la lengua aún elevada, inspeccione el piso de la boca buscando cambios de color, textura, hinchazones u otras anormalidades en la superficie.

Cáncer de lengua

¿Qué es el cáncer de lengua?

Consiste en la transformación maligna de las células que forman la lengua.
La lengua está compuesta de tejidos de distinta
naturaleza: epitelio que tapiza la superficie, epitelio que forma glándulas salivares y receptores del gusto, músculos y nervios. Cada uno de estos tejidos puede sufrir transformación maligna y dar lugar a un cáncer de lengua. Cada uno de estos tipos de tumores tiene una evolución, tratamiento y pronóstico distinto.

¿Es frecuente el cáncer de lengua?

La respuesta es clara: no. No existen
datos oficiales de la incidencia del cáncer de lengua en España, pero se estima que este tipo de cáncer supone aproximadamente el 6% de los cánceres en general y el 30% de todos los cánceres de cabeza y cuello. La India es el país del mundo donde hay una mayor incidencia de cáncer de lengua y Francia es el país de la Unión Europea donde es más frecuente. Es dos veces más frecuente en hombres que en mujeres. En los últimos 20 años está igualándose esta proporción debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres.

Los tipos de cáncer de lengua más frecuentes son:

  • El carcinoma epidermoide (transformación maligna del epitelio de superficie) que supone el 95% de los casos.
  • El carcinoma adenoide quístico (transformación maligna del epitelio que forma glándulas salivares).
¿Cuál es la causa de un cáncer de lengua?

Hay dos causas fundamentales en la aparición de un carinoma epidermoide de lengua:
  • El tabaco: el 95% de los pacientes que desarrollan un cáncer de lengua son consumidores de tabaco.
  • La irritación mecánica crónica.
El tabaco es el factor de riesgo más importante en la aparición de un cáncer de lengua. El riesgo de aparición de dicho cáncer va en progresión con la intensidad del consumo de tabaco. El alcohol es un factor favorecedor de la aparición de dicho cáncer pues fomenta la acción cancerígena del tabaco. Por tanto, la unión de tabaco y alcohol aumenta 15 veces el riesgo de sufrir un cáncer de lengua.
Una mala
higiene buco-dental y prótesis o dientes en mal estado que rozan constantemente en la lengua pueden originar una úlcera que no cura y que se constituye, en muchos casos, en la lesión previa a la aparición de un cáncer de lengua.

  Existen otros factores que favorecen la aparición del cáncer de lengua como las infecciones por
virus, hongos y lesiones de origen autoinmune (liquen plano).
En el carcinoma adenoide quístico no existe una clara asociación entre un factor causal y la aparición de este tipo de cáncer.


¿Cuáles son los síntomas de un cáncer de lengua?

Cualquier úlcera o herida de la lengua, que no duele, pero que no cura en 15 días, en un paciente varón, fumador y bebedor, con una higiene dental deficiente o alguna pieza en mal estado o prótesis que roza, debe ser motivo de consulta con el médico y subsiguiente valoración por el especialista. Cuanto antes consulte el paciente, mayores posibilidades de curación.
Pueden aparecer otros síntomas como: dolor local, dolor de
oído, dolor en la mandíbula y bulto en el cuello. La aparición de estos síntomas suele estar asociada a lesiones grandes y, por tanto, de peor pronóstico.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de lengua?El médico general debe ver la lesión y palparla. Cualquier lesión de lengua dura a la palpación y que no cura en 15 días debe ser remitida al especialista. El carcinoma adenoide quístico puede crecer como un bulto de características benignas.
Cualquier lesión en la lengua que tenga las características antes mencionadas o produzca dichos síntomas es susceptible de ser sometido a
biopsia.
La biopsia consiste en la toma de un trozo del tejido lesionado con anestesia local con el fin de analizarlo al microscopio y determinar si estamos ante un cáncer de lengua y, si se confirma, de que tipo de cáncer se trata.


¿Cuál es el tratamiento de un cáncer de lengua?

 Los tumores pequeños (de menos de 4 cm) pueden ser
tratados bien con cirugía o bien con radioterapia, con el mismo resultado.
El buen pronóstico de estos enfermos no obvia el seguimiento a que deben ser sometidos por el alto riesgo de metástasis en el cuello e incluso en otros órganos del cuerpo. Este axioma se aplica fundamentalmente al carcinoma adenoide quístico.
Los tumores grandes (más de 4 cm) deben ser tratados con cirugía y radioterapia postoperatoria. El tratamiento quirúrgico que se dispensa a estos pacientes es muy agresivo y mutilante, por lo que debe fundamentarse en un buen apoyo psicológico al enfermo, explicar claramente al paciente la intervención que va a sufrir y, por parte del cirujano, tener un buen
entrenamiento quirúrgico para la reconstrucción estética de los pacientes.

Algunos autores utilizan la radioterapia y la quimioterapia antes de la cirugía con el fin de disminuir el tamaño del tumor y realizar una intervención menos agresiva. Este tratamiento es discutido por algunos autores. La opinión
personal del autor es contraria a este procedimiento. La razón estriba en que nunca la reducción del tamaño puede variar los límites de la operación. Si fuera así, dejaríamos algo de tumor residual, lo cual es de pronóstico infausto para el paciente.

¿Cuál es el resultado del tratamiento del cáncer de lengua?

El dato de peor pronóstico previo al tratamiento es la presencia de 

metástasis en el cuello.
No sabemos porqué, pero los pacientes menores de 45 años tienen peor pronóstico que los pacientes de mayor edad.
La causa más frecuente de
muerte en los pacientes con cáncer de lengua es la reaparición del tumor en la lengua o la aparición de metástasis en el cuello. Al 57% de los pacientes tratados con éxito les puede suceder esto.
En tumores pequeños, el
control local de la enfermedad se produce en el 80% de los pacientes. Entre el 50 y 70% de los enfermos tratados sobreviven a los cinco años del tratamiento.
En tumores grandes, el control local de la enfermedad se produce en el 50% de los pacientes. Entre el 20 y el 40% de los pacientes sobreviven a los cinco años del tratamiento.


¿Cuáles son los últimos avances en el cáncer de lengua?

  Actualmente las
investigaciones intentan desentrañar el mecanismo genético que origina el cáncer de lengua. Sabemos que la alteración del oncogén supresor que codifica para la proteína p53 está muy relacionado con la aparición de muchos de los carcinomas epidermoides de cabeza y cuello. Además están involucrados otros genes como el erb-b1 y el c-myc.
Cada vez hay más evidencia que las infecciones virales pueden tener un papel en el origen de un cáncer de lengua. El
virus más frecuentemente encontrado en estos tumores es el virus del papiloma humano (HPV-16).
Futuras investigaciones desvelarán la causa y el mecanismo de origen del cáncer de lengua y esto nos permitirá aplicar tratamientos más eficaces y menos agresivos.


¿Qué es la radioterapia?

La radioterapia consiste en dirigir rayos de alta frecuencia a una zona cuyo tamaño y volumen se determinan por adelantado. La radioterapia es, por tanto, un tratamiento local.
En la radioterapia los rayos lesionan deliberadamente los tejidos que se pretende eliminar, generalmente tumores malignos.
Cuando se efectúa un escáner o una radiografía también se usan rayos, pero éstos son de una energía muy débil (para no dañar los tejidos) comparados con los que se usan en la radioterapia. En la radioterapia, estos rayos tienen una energía mucho mayor y lesiona deliberadamente los tejidos que se pretende eliminar, generalmente tumores malignos. Estos rayos son emitidos por unas máquinas especialmente diseñadas para este fin.
Los rayos están compuestos por fotones o partículas. Los tipos de rayos y sus propiedades varían según los distintos tipos de partículas usadas para la radioterapia. Algunos rayos actúan a distancias muy cortas (unos pocos milímetros) y otros a distancias más largas (unos pocos centímetros). Esto hace posible a los médicos adaptar el tratamiento dependiendo del volumen que se debe tratar y de la profundidad a la que está el tumor, preservando a la vez los tejidos sanos que lo rodean.
Los diferentes tipos de rayos utilizados por los radioterapeutas, agrupados bajo el nombre de radiaciones ionizantes, son principalmente:

  • Los rayos X
  • Los rayos gamma
  • Con menos frecuencia, los protones y los neutrones.
¿Para qué sirve la radioterapia?

Todos los órganos de nuestro cuerpo están formados por millones de células. Para mantener la correcta función de nuestros órganos, las células deben renovarse de forma regular.

En condiciones normales esta renovación está controlada de forma muy estrecha. Pero si ciertas células escapan a este control y empiezan a multiplicarse sin freno, se forma un cáncer.
La radioterapia hace entonces posible la destrucción selectiva de las células cancerosas, mediante la ruptura de sus
cromosomas principalmente. En los tumores que se conocen como radiosensibles, las células cancerosas tienen una sensibilidad mayor a la radiación (mayor vulnerabilidad a la misma) que las células normales que las rodean. Lo cual hace posible matar a las células cancerosas sin dañar las células sanas que rodean al tumor.

¿Cuáles son los diferentes tipos de radioterapia?Se distinguen:
  • La radioterapia externa: los rayos son emitidos por una fuente que está en el exterior de la persona.
  • La radioterapia interna: los rayos son emitidos por una fuente radioactiva introducida en el interior del cuerpo. Este tipo de radioterapia se denomina braquiterapia.
¿Cuándo se utiliza la radioterapia?

La radioterapia se usa en muchos cánceres. Generalmente en etapas tempranas, cuando el cáncer está localizado, y se administra como complemento a la cirugía y a veces, a la quimioterapia. En este caso, se habla de la
radioterapia con un fin curativo.
En los estadios más avanzados del cáncer, la radioterapia es paliativa. Ya no existe la posibilidad de erradicar por completo el cáncer, pero sí de suavizar los dolores inducidos por el tumor o sus metástasis.
Como regla general, la radioterapia actúa de forma más rápida que la quimioterapia en los tumores radiosensibles, incluso cuando éstos son quimiosensibles (vulnerables a fármacos anticancerosos).

Con la radioterapia uno puede:
  • Curar algunos cánceres.
  • Aliviar determinados síntomas causados por el tumor o sus metástasis y por tanto, mejorar la calidad de vida de la persona.
  • Mejorar los resultados de otros tratamientos utilizados (ya sea quimioterapia o cirugía).
¿Qué puede hacer uno mismo?

Hay ciertos detalles que uno mismo puede hacer y que ayudarán al éxito del tratamiento:

  • Comer y descansar: durante el tratamiento con radioterapia, el cuerpo utiliza más energía de lo habitual, y es posible sentirse cansado. Comer evitando adelgazar y dormir suficientemente durante la noche ayudarán a aliviar el cansancio.
.Hay que ser extremadamente cuidadoso con la piel en el área de tratamiento. Evitar usar ropa ajustada, así como jabones, desodorantes, perfumes o cosméticos sin consultar con el médico. Éste probablemente recomendará una loción hidratante que deberá aplicarse con frecuencia. Se debe proteger el área de tratamiento de los rayos del sol. No frotar ni aplicar bolsas de frío o calor en el área tratada.
  • Consultar cualquier nuevo medicamento que vaya a tomar con el médico, pues hay determinados fármacos que pueden aumentar la sensibilidad de la piel a la radiación.
¿Cuál es el seguimiento después de la radioterapia?

Unas semanas después de la terapia, el médico pedirá una radiografía o un escáner de la zona irradiada para evaluar la respuesta a la misma. El médico que indicó el tratamiento de radioterapia programará visitas periódicas, conforme sea necesario. El cuidado posterior, además de verificar los resultados del tratamiento, también puede incluir tratamientos adicionales para el cáncer, rehabilitación y asesoramiento.

Cáncer y quimioterapia

¿Qué es la quimioterapia?

En el término quimioterapia se recoge todo tratamiento utilizado para matar las células cancerosas por medio de fármacos administrados por vía intravenosa (a través de las venas), o por la boca. Los medicamentos utilizados para este propósito son numerosos. Se agrupan por su modo de acción sobre las células cancerosas.

Los médicos prescriben diferentes combinaciones de fármacos que se dan al mismo tiempo para tratar el tumor. El término quimioterapia no se aplica a un tipo específico de medicamento, sino al tratamiento en general.
La quimioterapia utilizada varía dependiendo del tipo de cáncer que se debe tratar. Ciertos tratamientos se dan frecuentemente en el tratamiento de determinados cánceres. Los médicos utilizan hoy en día nombres con muchas abreviaturas para indicar el tipo de fármacos incluidos en estos tratamientos.

¿Para qué sirve la quimioterapia?

Todos los órganos de nuestro cuerpo están formados por pequeñas unidades denominadas células. Para mantener la correcta función de nuestros cuerpos, las células se deben renovar de una forma regular. En condiciones normales, este proceso de renovación está sometido a unos controles estrictos, pero puede ocurrir que ciertas células escapen de este control y comiencen a proliferar sin freno, formando un tumor. En este caso, las células se convierten en células cancerosas.
Las células cancerosas se pueden diseminar desde su lugar de origen, a través de los vasos sanguíneos o linfáticos (atravesando ganglios) hasta llegar a otros órganos, donde forman nuevos nódulos tumorales llamados metástasis.

Ya que la mayoría de los fármacos usados en la quimioterapia se administran por vía intravenosa, pueden destruir las células cancerosas en el tumor inicial y en las metástasis.
La quimioterapia puede, por tanto:

  • Curar algunos cánceres.
  • Prevenir que las células de un tumor formen metástasis.
  • Disminuir los síntomas asociados con el cáncer, y mejorar la calidad de vida.
¿Cómo se elige la quimioterapia?

La elección del tipo de quimioterapia se hace de acuerdo a criterios relativamente precisos. Ciertos fármacos son más efectivos que otros para tratar determinados tumores. Por tanto, en el tratamiento de dichos tumores se utilizarán estos fármacos, aunque a menudo, se usa una asociación de varios fármacos.
La asociación de varios fármacos para matar las células cancerosas a través de distintos mecanismos previene que las células desarrollen
resistencias al tratamiento. Se obtiene así una mayor eficacia.
La elección de un régimen de quimioterapia está en función de:

  • El tipo de cáncer
  • La parte del cuerpo en la que el cáncer se desarrolla
  • Los efectos del cáncer en el organismo
  • El estado general del paciente.
¿Cómo se administra la quimioterapia y con qué frecuencia?

La quimioterapia requiere a veces hospitalización durante varios días, aunque generalmente se puede hacer de forma ambulatoria durante medio día. Muchos pacientes que reciben quimioterapia siguen trabajando y llevando una vida normal.
La quimioterapia se hace generalmente cada tres o cuatro semanas, durante uno o más días. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de:

  • El tipo de cáncer
  • Los objetivos del tratamiento
  • El tipo de fármacos utilizados
  • Los efectos indeseables del tratamiento.
¿Cómo se aplica la quimioterapia?

La mayoría de los medicamentos que se incluyen se administran por vía intravenosa (por las venas) a través de un
sistema de goteo. El médico puede usar una vena en el brazo o un catéter central. Existen dos modelos básicos de catéteres centrales.
Método porth-a-cath
Uno de ellos es el que se llama comúnmente porth-a-cath, que está localizado en una vena del tórax y se coloca con anestesia general. Este catéter está conectado a un pequeño depósito (de 1 cm de diámetro aproximadamente) que se coloca debajo de la piel, a la altura de la clavícula, y que uno pincha con una aguja a través de la piel. El porth-a-cath se puede usar incluso durante años si es necesario. También es posible utilizarlo para sacar
sangre.
Catéter de Hickman
Otro
modelo de catéter central es el catéter de Hickman, que también se coloca conectado a una vena del tórax, pero su extremo exterior acaba en dos conductos que quedan colgando por delante del pecho, y no bajo la piel.
Usar uno u otro modelo es indiferente generalmente, pues son iguales en la función para la que son necesarios.

¿Cuáles son los efectos indeseables de la quimioterapia?

Los efectos indeseables varían de acuerdo con el tipo de medicinas utilizado y de la intensidad del tratamiento. A veces, una modificación de las cantidades y de la frecuencia de
administración hacen posible modular alguno de estos efectos.

¿Cómo se hace el seguimiento de la quimioterapia?

 El paciente estará controlado constantemente por el médico de forma regular, para evaluar la respuesta al tratamiento y los efectos adversos del mismo.
El médico pedirá de forma regular
análisis de sangre (dos o tres veces al mes, por lo general). Este análisis de sangre hará posible controlar:
  • La fórmula sanguínea, con la que se determina el recuento de glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
  • Los parámetros bioquímicos básicos, que miden los iones en sangre y permiten, entre otras cosas, comprobar el funcionamiento del riñón.
  • El perfil hepático, que hace posible comprobar el correcto funcionamiento del hígado.
Anexos


Conclusión

La medida más eficaz en la prevención del cáncer es la eliminación del consumo de tabaco, ya que el 30% de las muertes por cáncer son producidas por su consumo. El control de la dieta también reduce la mortalidad: disminuir la ingesta calórico para evitar la obesidad, reducción de las calorías procedentes de la grasa a un 20% de la dieta, reducción del consumo de carnes rojas, aumento de la ingesta de fibra (cereales, frutas y verduras) y alimentos protectores (con contenido en vitaminas C y A, verduras como el repollo, la coliflor, el brócoli o las coles de Bruselas).
Debe limitarse el consumo de alimentos ahumados, en salazón o ricos en nitritos, así como el consumo de alcohol.